El viento hizo de las suyas y destruyó gran parte de la gigantografía ubicada en el acceso al muelle de lanchas en la ciudad de Viedma, que anuncia la proximidad del eclipse solar y las bondades de la zona para observarlo y disfrutarlo.
El tótem, que fue colocado por la subsecretaría de Turismo a mediados del año pasado, ya tuvo varios avatares climáticos, casi como un preludio de lo que pretendía ser el evento astronómico y que a consecuencia de la pandemia no ocurrirá.
Lo que sí ocurrirá es el eclipse: se desarrollará en horas del mediodía del 14 de diciembre de 2020, avanzará de oeste a este en una amplia latitud para ser observado, pero los mejores sitios para una visión completa del fenómeno son los de Bahía Creek, La Lobería y El Cóndor.
Es por ello que se trabajó fuertemente para permitir la llegada de miles y miles de personas, provenientes de los rincones más recónditos del mundo, como una oportunidad única para ofrecer servicios turísticos y las bondades naturales de toda la zona costera.
Sin embargo, el cierre de las fronteras a consecuencia del virus, y las claras dificultades que tienen todos los países para frenar su avance, hacen presagiar que el evento no tendrá ni cerca el impacto imaginado hace apenas unos meses atrás.
La rotura del cartel producto de los fuertes vientos que en la actualidad se suceden en la capital provincial, grafica la situación de incertidumbre que hoy se observa en torno al eclipse.
Su reposición, si es que sucede, significará la esperanza que no se pierde, para prepararse en los cinco meses que restan recibir a potenciales visitantes: si es que el virus lo permite.
Fuente: Noticiasnet.com.ar
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